“Existe un gran peligro para los Estados Unidos de América. Ese gran peligro es el judío. Señores, en cualquier país donde los judíos han logrado establecerse, han degradado la moral, se aíslan en vez de integrarse. Se burlan del cristianismo y la honradez comercial; tratan de minar la religión sobre la cual este país fue fundado, objetando sus restricciones. Han creado, en las diversas naciones donde residen, un Estado dentro de un Estado y cuando han sido resistidos, han tratado de estrangularlos hasta la destrucción económica, como en los casos de España y Portugal. Si ustedes no los excluyen de la Constitución de los Estados Unidos, ellos, dentro de 200 años, habrán entrado en tan grande cantidad en nuestro país, que lo dominarán y se lo engullirán. Modificarán nuestra forma de gobierno, por la cual nosotros, los americanos dimos nuestras vidas y nuestra sangre y por la cual arriesgamos nuestra libertad. Los judíos son asiáticos y nada más, cualquiera sea el lugar donde hayan nacido y sin importar cuántas generaciones se alejen de Asia. Son y siempre serán de la misma manera. Las costumbres y usos judaicos no son compatibles con la vida de los norteamericanos, aunque el judío viva diez generaciones en nuestro medio… Los judíos son asiáticos, constituyen un peligro para nuestro país si se les permite entrar aquí y debieran ser excluidos por esta convención constitucional.”
Benjamín Franklin 1706 – 1790
Ayer me encontré con la noticia anunciada por los ministros de justicia y de exteriores en el sentido de que el gobierno pretende conceder la nacionalidad española a los descendientes de los judíos expulsados de España en 1492. Según parece, como documentación para la obtención de la nacionalidad, sería suficiente con que un rabino o cualquier otra persona, presentase un papel en blanco con la inscripción a lápiz de la frase: «Este es un judío sefardí». Un procedimiento bastante similar, por cierto, al utilizado en su día para regularizar a los ocho (8) millones de sin papeles semianalfabetos. Seguir leyendo en el blog…