Alguien dijo, con mucha razón, que para aquel que solamente dispone de un martillo como única herramienta, todos sus problemas se convierten en clavos. Don Mariano consiguió memorizar 200 temas y por tanto, superó la oposición a registrador de la propiedad y lo que ha hecho desde que llegó a la Moncloa, es tomar buena nota de lo que pasa. No es un hombre de acción, ni tiene una visión global, ni la capacidad de análisis necesaria para tomar decisiones en situaciones cambiantes y complejas. Para eso tiene a un grupo de colaboradores, algunos bastante competentes, pero como buen registrador, se limita a tomar buena nota de sus opiniones.
Tal vez por esa razón, durante las últimas semanas, no han dado tregua a Don Mariano. No le conceden un minuto de tranquilidad y sosiego para leer las páginas deportivas de los diarios, con el rigor y la profundidad que requiere el análisis incisivo de los pases de Messi, Neymar y Ronaldo. Todo el mundo critica lo que hace y muy especialmente, lo que no hace. No hay político, periodista o taxista que no haya vilipendiado a Don Mariano. Incluso algunos enanos de su propio partido —y una enanita— se han crecido en las últimas semanas, cuestionando su liderazgo. Seguir leyendo…